Guía de buenas prácticas Ambientales

 

 

Introducción    

 

Esta Guía de Buenas Prácticas Ambientales (en adelante GBPA) ha sido elaborada con el fin de informar y sensibilizar a todos los trabajadores de ACIERTA ASISTENCIA sobre la gestión ambiental a realizar en la Empresa, estableciendo unas prácticas que conlleven una reducción del impacto ambiental provocado por las actividades desarrolladas, y más concretamente por cada uno de los trabajadores de manera individual. Aunque este impacto pudiera considerarse mínimo, siempre se pueden llevar a cabo pequeñas acciones encaminadas a su prevención o su reducción.


En esta guía aparecen una serie de pautas de comportamiento en relación con los aspectos ambientales significativos que han sido identificados en la documentación del Sistema Integrado de Gestión de ACIERTA ASISTENCIA: residuos generados (tales como papel, cartón, envases plásticos, tóner, residuos derivados de mantenimiento de inmuebles, de limpieza, de obras, etc.), emisiones atmosféricas (ruidos durante trabajos de mantenimiento con maquinaria, de los vehículos de transporte,…), consumos de recursos (agua, electricidad, papel, combustible, etc.), vertidos (de aseos, cocina,…). De la misma forma se aportan buenas prácticas generales, incluso para aquellas situaciones que no suponen un perjuicio para el medio ambiente, asociadas a la actividad de ACIERTA
ASISTENCIA. Se identificarán por separado las derivadas de los trabajos de almacenamiento y manipulación de mercancías, de los trabajos de oficina y de las operaciones de mantenimiento y limpieza.

Para comprender mejor los puntos a los que se refiere la presente guía es necesario tener claros los
siguientes conceptos: 

Energía renovable: energía cuyas fuentes se presentan en la naturaleza de modo continuo y prácticamente inagotable, p. Ej., la hidráulica, la solar o la eólica

Reducción: La reducción supone la disminución de la utilización de materias en origen, lo cual consume menos recursos y genera menos residuos.

Reutilización: Esta práctica supone alargar el ciclo de vida de un producto mediante usos similares o alternativos de un material, es decir, una vez un producto ha cumplido la función a la que originalmente estaba destinado, puede que sea totalmente inservible o puede que se le pueda  asignar una función alternativa que permita hacer un nuevo uso de él. Esta práctica puede ser útil tanto para reducir el consumo de recursos como para disminuir la generación de residuos.

Reciclaje: Esta práctica supone la recuperación de un recurso ya utilizado para generar un nuevo producto. El reciclaje es una buena opción en la gestión de los recursos frente a la deposición y abandono en vertedero o la adquisición de materiales nuevos. Se debe tener presente que el reciclaje debe ser la alternativa a la previa reducción y reutilización. 

Otro aspecto reseñable sería que la producción de residuos supone un gasto importante para una empresa, principalmente debido al coste de las materias primas, mano de obra y energía desperdiciadas en el proceso de generación. Teniendo en cuenta este triple coste, el coste real de los residuos supone a menudo de 5 a 20 veces el coste de su eliminación.


Por todo ello, el orden metodológico de gestión de los residuos debería ser siempre el siguiente:
Reducir, Reutilizar y Reciclar, teniendo en cuenta además que cuanto más alto sea el punto jerárquico en el que se produce la reducción mayor será el ahorro de costos. 

Todos estos conceptos se aplicarán a cada uno de los apartados que se han definido en la presente GBPA, es decir, prácticas que recogen acciones orientadas a la reducción, reutilización y/o reciclaje.
 

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